martes, 16 de septiembre de 2014

¡¿Quién dijo miedo?!

¡Hola viajer@s! 

No sabéis la de cosas curiosas que he ido leyendo últimamente sobre los aviones. La verdad es que siempre quedan cosas por aprender, ¿no creéis? Y a mi... ¡me encanta! 

¿Sabíais que un 17% de la población padece aerofobia o miedo a volar? Vamos a intentar reducir ese porcentaje con las siguientes anécdotas, hechos, curiosidades, etc. ¡A ver si hay suerte! 





Científicamente:

Sé que cuando uno escribe un blog quiere llegar al máximo público posible y captar la atención de los lectores, así que no tengáis en cuenta lo que voy a decir, pero... ¡Espero que mi antigua profesora de ciencias nunca lea esto! Voy a intentar explicarlo lo mejor posible, eso sí. 
Recuerdo un viaje en el que viajaba sola en avión, y en el asiento de al lado se sentaba una señora de unos 50 años. ¡Estaba completamente aterrada cuando pasamos por un pequeño tramo de turbulencias! ¿Qué hice? Explicarle la lección de Ciencias Naturales que había aprendido hacía no mucho en la escuela, ¡y la verdad que se quedó más tranquila! Ahora voy a hacer lo mismo con vosotros, viajer@s, y es que debéis saber que es imposible que un avión descienda sin rumbo, a no ser que sea por un fallo en los motores (muy poco probable). 

La explicación científica es la siguiente: Cuando el avión coge tantísima velocidad, se eleva ya que, a tanta velocidad, su peso es "insignificante" para el aire. La presión del aire sobre un cuerpo a gran velocidad, siempre es mayor en la parte inferior que superior del objeto. ¿Qué significa eso? La presión siempre será mayor en la parte de abajo del avión, por lo que éste nunca descenderá sin motivo. 



De todas formas, en caso de caída del avión sea por la causa que sea, nunca bajaría en picado sino que lo haría planeando. 
Espero haber sabido explicarme mínimamente. 
Ahora que ya contamos con fundamento científico, si aún no es suficiente, prosigamos con otros hechos, ¡y a ver si os hacen cambiar de opinión!

Curiosidades

1. Ya que hemos hablado del fallo de los motores, os diré que el comandante Del Campo asegura que "Es muy raro que se pare un motor y prácticamente imposible que se paren los dos en un bimotor, así que no digamos ya los cuatrimotores" 


2. Quizás os habéis preguntado alguna vez el motivo por el cual nos obligan a mantener subidas las ventanillas del avión en el despegue y en el aterrizaje. ¡La respuesta es de lo más sencilla y lógica! 

En caso de accidente (aclaremos que el avión es el medio de transporte más seguro, con únicamente un 0,02% de posibilidades de accidente) esta medida es importante por dos motivos:

- Permite a todos los miembros del avión saber en que posición se han quedado con respecto al horizonte, y así ir con cuidado al desabrocharse el cinturón de seguridad o realizar cualquier otra acción que precise movimiento. 
- Por otra parte, facilita a los equipos de rescate su trabajo. Mediante las ventanillas, pueden visualizar el interior del avión y hacerse una idea del estado de éste, de los pasajeros, de los objetos del interior, etc. 


3. ¿Me creéis si os digo que un avión puede volar en las condiciones de la siguiente fotografía? ¡Deberíais! 


Existe una práctica llamada ejercicio de torsión de alas que comprueba que un avión, aún en estas condiciones, podría seguir volando. ¿Cuando pasaría esto? Pues bien, los aviones están diseñados para soportar turbulencias hasta de grado 6 (como los llamados huracanes) pero incluso llegan a soportar los 9 grados. Sería entonces cuando las alas del avión empezarían a elevarse por las esquinas, hasta quedar en posición vertical. ¡Y aún así volarían!
¿Queréis un dato tranquilizante? El grado máximo de turbulencias que se ha alcanzado en un avión ha sido de 1 o 1,5. ¡Ah! Y los pilotos tienen ordenado evitarlas para la comodidad del pasajero, y no por peligro. Así que... ¡No hay motivo para preocuparse viajer@s!


4. Supongo que siempre os habrá impactado la cantidad de botones que se pueden encontrar en la cabina del piloto, ¿no? Yo tuve la suerte de entrar en una cuando era pequeña (ahora ya no está permitido que entren niños, por motivos de seguridad) y la verdad es que la impresión recuerdo que no fue poca. 
Una de las causas es la regla de oro de la aviación. Y es que cualquier sistema que afecte a la seguridad del avión y del vuelo, debe estar instalado por duplicado... ¡o triplicado! 


¿Aún seguís sin confiar en los aviones? Os daré un par de datos más. 


5. Haciendo referencia a las plenas facultades físicas y psíquicas en las que se debe encontrar un piloto, hay un dato curioso y con mucha lógica que quería comentar. Y es que el copiloto y el comandante de un mismo vuelo nunca comen lo mismo. El motivo es simple, y es evitar posibles intoxicaciones alimentarias durante el vuelo. 


6. Otro aspecto que a veces asusta un poco es el de las tormentas. Más concretamente, los rayos. Pero, sorprendentemente, ¡los aviones también están preparados para esto! Pueden soportar perfectamente el impacto de los rayos. Es más, los pilotos aseguran que son pocos a los que no les ha caído un rayo sobre el avión que pilotaban. 


Ahora si, con esto último... ¡se acabó el miedo a volar! Atentos, ahí va: 

Se han hecho cálculos de probabilidades y una persona de 75 años habiendo cogido el puente aéreo diariamente durante toda su vida tendría una posibilidad de sufrir un accidente cada 20 siglos. 

¡Espero que con esto sea suficiente! La verdad es que es un dato bastante impresionante. 

Eso es todo. 


Un placer, ¡viajer@s! Y ya sabéis... ¡A VOLAR! Y mejor si es con OVyO, claro.